Por Bibliotecas Especializadas de Zamora
Tenemos una incontrolable adición a los cafés y, lo que es
peor, padecemos de una grave y peligrosa incontinencia verbal. No callamos y
tenemos que andar pidiendo la vez para
poder hablar.
Por darle un poco lustre al asunto nosotros llamamos a estas
quedadas cafés creativos, incluso le ponemos una almohadilla delante y queda
más ‘top’, #caféscreativos ; pero en realidad es una especie de terapia
bibliotecaria en la que nos reímos casi de todo por el módico precio de un
café, sin acudir a consultas profesionales de ningún tipo.
Pues bien, entre las bobadas de unos y las tonterías de
otros, de vez en cuando se da ese momento en que de repente nos quedamos
callados pensando lo que acaba de salir en la mesa y como si de un gran ¡EUREKA!
bibliotecario se tratara de repente decimos ¡Venga, bah! puede funcionar!
Y como somos de natural atrevido, rápidamente nos ponemos a
pergeñar una nueva historia para alimentar a nuestro pequeño BEZ.
Así es como surge este nuevo juego bibliotecario que hoy os
presentamos y al que hemos bautizado como PARALELOS.
PARALELOS es un divertimento por medio del cual tratamos de
relacionar frases, dichos, citas o expresiones de uso común y generalizado y
que relacionamos con alguno de los libros a los que damos cobijo en nuestras
bibliotecas.
Se trata de un juego infinito, ya lo iréis viendo, son casi
inacabables los ‘paralelos’ que nos han venido a la cabeza y que poco a poco
iremos colgando en nuestras redes sociales, sin periodicidad fija, a medida que
se nos vayan ocurriendo los iremos compartiendo con vosotros.
Queremos arrancar esta idea justo en la semana en la que se
celebra el Día de las Bibliotecas, el 24 de octubre. Es nuestro pequeño
homenaje a todas las bibliotecas que en el mundo han sido, son y serán y sobre
todo a los bibliotecari@s, porque de que sirve un edificio precioso lleno de
libros si no está acompañado del factor humano que aportamos quienes nos
dedicamos a esto ¿verdad?
Nos da igual que en ocasiones se piense que las bibliotecarias llevan
moño o que los bibliotecarios usan gafas de pasta y camisa con coderas, no nos
afectan los estereotipos y topicazos de baja intensidad. De lo que sí estamos
seguros es que todos (o casi todos) los bibliotecarios sentimos verdadero placer
por formar parte de una profesión en la que, en contra de lo que pueda parecer a
simple, vista no trabajamos con libros, si no con personas.
Bibliotecarios con usuarios,
personas con personas
y por medio un libro, o un disco, o una peli o una revista…
