por la Biblioteca del Archivo
Un género que tuvo una enorme difusión al final de la Edad Media fue el Libro de Horas. Este tipo de documentos suele estar formado por contenidos de rezos, salmos y textos evangélicos, distribuidos según la hora del día. Fueron compuestos para aquellas personas de la nobleza que deseaban incorporar elementos de la vida monástica en su vida cotidiana. Cada Libro de Horas es único, debido a que eran confeccionados personalmente para miembros de la realeza y alta nobleza. Estos libros están ricamente ilustrados y son considerados verdaderas joyas del arte del libro, así como una fuente de iconografía del cristianismo medieval. Están manuscritos en pergamino de excelente calidad, con letra gótica angular muy cuidada.
Una vez explicado a grandes rasgos lo que es un Libro de Horas, pasamos a presentaros el Livro de Horas de la Condessa de Bertiandos, del cual contamos con una magnífica reproducción facsíml en nuestra Biblioteca. El manuscrito original se encuentra en la Academia de Ciencias de Lisboa, lugar al que llegó en el año 1933, al ser donado por Ana de Bragança, Condessa de Bertiandos, a quien el ejemplar debe su nombre. El códice fue escrito entre 1515 y 1530 y se supone que su destinatario fue Don Duarte, hijo del rey don Manuel, siendo un regalo con ocasión de su matrimonio con Doña Isabel, hija del IV Conde de Bragança, celebrado en el año 1537. Se desconoce el nombre del calígrafo, pero el consenso es unánime al afirmar que el iluminador es Antonio de Holanda, que fue en Portugal uno de los más importantes artistas del Ars Iluminad.
Este excepcional códice está redactado en latía a dos columnas y fue escrito en letra gótica angular. Está formado por 236 páginas, sus medidas son: 24 x 33.2 centímetros, y cuenta con un total de de 2066 imágenes iluminadas. En este códice están representadas las costumbres y usos de la época y constituye un documento importantísimo para el conocimiento de hábitos y tradiciones desaparecidas en la sociedad actual.
Por la extraordinaria maestría del trabajo de iluminación, este códice es considerado uno de los más bellos ejemplares de arte medieval. La curiosidad de las imágenes reside en la minuciosidad de su ejecucción. Su dimensión y percepción son de una gran maestría, sin preocuparse de la escala. El códice está repleto de un magnífico acervo de miniaturas con una gama cromática muy variada, lejos de las restricciones cromáticas medievales: una profusión de frutos, flores, peces, perros elefantes, útiles náuticos, instrumentos musicales y formas híbridas (mitad humanas, mitad animales) ornamentan sus páginas. Por lo que respecta a la iconografía religiosa , podemos señalar que nos encontramos con imágenes del Santo Sudario, un medallón de Cristo crucificado, o la representación de una custodia de oro.
Merece la pena ir contemplando este Libro hoja por hoja, para poderapreciar así los mil y un detalles que en él aparecen; por ejemplo, en una de las páginas, llama poderosamente la atención el reflejo de un papagayo en un lago, animal que hoy en día es un ave familiar, pero que en aquella fecha constituiría una novedad. En otra un ave se come una libélula y alimenta a sus crías. También aparecen imágenes muy elaboradas de la pesca e instrumentos náuticos, actividades muy importantes en la economía portuguesa. Los halcones encapuchados figuran asimismo en el interior de la obra, reflejo del deporte practicado en la Edad Media por nobles y reyes: la cetrería. Y, para finalizar, hay que destacar otra hoja en la que aparecen muy logradas las imágenes de un unicornio, un elefante y un rinoceronte.
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