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miércoles, 15 de junio de 2011

Lo que comen las brujas…

Por la Biblioteca del Museo Etnográfico de Castilla y León

La tradición española muestra a las brujas como mujeres de edad indeterminada pero con aspecto avejentado, generalmente con algún defecto físico muy visible tales como enormes verrugas en la cara o la mirada bizca.
Siempre van vestidas de negro y se dice que las brujas han hecho un pacto expreso con el demonio, motivo por el cual se suelen hacer acompañar por un gato negro, que es símbolo del diablo.

Nadie como Goya supo pintar a la bruja de la tradición popular
Su medio de transporte favorito, 100% ecológico y bien barato, es una escoba de las de toda la vida, de esas con mango de madera y cepillo de paja,  con la que llegaban en un periquete a los aquelarres donde se juntaban con otras de su calaña.
En estos aquelarres se lo pasaban en grande ejecutando tremendas ceremonias orgiásticas en honor al diablo, su dios, ofreciendo sacrificios humanos generalmente de niños inocentes previamente raptados para la satánica colación.
En esta particular “rave” que montan habitualmente en sábado (por aquello del sabbath de los judíos) bailan desnudas y brincan descalzas alrededor de un gran fuego, riéndose estrepitosamente y empujándose unas a otras, en una especie de danza desmadejada hasta que, de pronto, suena un cuerno de buey y todas callan. Es en este momento cuando se cuentan unas a otras, en plan terapia de grupo, todas las malas acciones cometidas durante la semana… paisanos a los que han enfermado, bautizos impedidos, carros volcados, defunciones provocadas por envenenamiento durante una boda, ganado despeñado por los cantiles… un sinfín de perrerías, vaya.
Una vez que se da por finalizado el aquelarre, antes de irse cada una a su casa, deben realizar un último rito,  besarle el culo al diablo…

Lugares tradicionales para estos fiestones eran Zugarramurdi paras las brujas vascas y navarras; Coiro para las gallegas ; Cerneula para las castellanas y montañesas; Ojos Negros para el sector aragonés; Barahona para las extremeñas y Lanjarón para las andaluzas… aunque están documentados muchos más lugares de aquelarre y misa negra.

Uno de sus superpoderes favoritos era el de poder echar el “mal de ojo” a placer, motivo por el cual la ciudadanía - siempre pagamos los mismos - ha tenido que inventarse a los largo de los siglos múltiples sistemas para burlarlo… Así, poner ramos de laurel bendito por toda la casa, meter en un puchero un pollo y atravesarlo con 33 alfileres, dibujar cruces en el suelo con tijeras, monedas con la cruz hacia arriba por toda la casa, ajos en cada esquina, pintorescos gorritos infantiles para desviar la mirada de la bruja…

En fin, esta es la imagen que la tradición popular nos da sobre las brujas.

El hecho real es que fueron muchas las mujeres quemadas en la hoguera por supuesta brujería; fueron muchas las mujeres que por vivir quizás de modo diferente al estilo de vida oficial, hubieron de sufrir ignominias y vejaciones por la Santa Inquisición, la muy santísima…

En la biblioteca del Museo Etnográfico tenéis a vuestra disposición muchísima bibliografía sobre la brujería desde varios puntos de vista, el mitológico, el popular, el histórico e incluso el científico; sin olvidar cuentos y leyendas de toda la Península Ibérica con la bruja como protagonista.

Pero bueno, a todo esto, se me ha olvidado contar qué es lo que comen las brujas, creo que lo mejor será escucharlo aquí: Lo que comen las brujas

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