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lunes, 26 de marzo de 2012

Teatro Principal de Zamora

Por la Biblioteca del Museo de Zamora

Hace un par de semanas estuve en el teatro. Fuimos con los niños a ver una obra para todos los públicos, La isla del tesoro, una adaptación libre inspirada en la obra de R.L. Stevenson, presentada por Cándido, producciones teatrales. Estuvo genial y tanto a mí como a mis acompañantes nos fascinó.
Mientras esperábamos a que apagaran las luces y comenzara la obra, una vez más comentamos lo bonito que es el Principal. Tiene la grandeza de los espacios pequeños, bien estructurado y magníficamente decorado.
Imagen extraída de la publicación del IV Centenario
Así que se me ocurrió que podía tirar una vez más de bibliografía y comentar algunas cosillas de este espacio cultural zamorano. En la Biblioteca del Museo tenemos alguna que otra publicación que habla de él. Como la que se realizó para conmemorar el IV Centenario Corral de Comedias : Teatro Principal de Zamora, 1606-2006, editada por el Ayuntamiento de Zamora, donde se muestran fotografías de los distintos espacios del teatro, los que vemos y los que no vemos, detalles y momentos de representaciones.


Y cuenta Álvaro Ávila de la Torre, en su tesis sobre arquitectura y urbanismo en Zamora (1850-1950) que los orígenes del teatro y las representaciones en Zamora están en los corrales o en los lugares cerrados de la ciudad, como el desaparecido Hospital de Sotelo, donde hubo actuaciones desde el siglo XVI. Pero este tipo de actividad dificultaba las tareas propias de un hospital y dejaron de tener lugar. Es entonces a comienzos del siglo XVII cuando se crea un patio de comedias en la calle San Vicente, donde tuvieron lugar funciones que continuaron hasta mediados del siglo XIX. Es cuando en 1847 se realizaron unas obras de mejora y ampliación del espacio. Estas obras de mejoras las asumió la Junta directiva de la empresa del teatro, donde se reformaron los palcos segundos, el alumbrado, mientras que el Ayuntamiento iniciaba los trámites para la adquisición de parte de vía necesaria para la ampliación.
Imagen extraída de la tesis citada
Otras obras importantes tuvieron lugar en 1853. Pero tal y como lo conocemos hoy es el resultado de una reforma llevada a cabo en 1876, cuando fue adquirido por Eduardo Calmarino en una subasta celebrada en 1855. Éste decidió entonces reformarlo por completo, de lo que actualmente solamente queda la sala, con forma de herradura, con el patio de butacas, los tres pisos de palcos, proscenio y escena.
Fueron muchos los que alabaron esta obra. Entre otros, detalla Ávila de la Torre, Eduardo Julián Pérez, quien dijo El nuevo teatro de Zamora, sin reunir condiciones especiales como obra notable ni contar con espaciosos pasillos ni otras comodidades accesorias por lo reducido de su planta, es, sin embargo, un teatro lujosamente decorado, bien distribuido y de aceptables condiciones..

Otras reformas de adaptación a normas de edificación se llevaron a cabo en 1924, 1946 y 1988 como  lo conocemos hoy.

Pronto (…) tendremos otro teatro en funcionamiento. El recuperado Ramos Carrión… De ese ya hablaremos en otra ocasión.

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