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miércoles, 18 de marzo de 2015

«Los libros deben ser tratados no sólo con esmero, sino con cariño, porque son amigos que nos proporcionan placer y enseñanza»

Por Biblioteca del Museo Etnográfico de Castilla y León

«El fanatismo lo perdona todo menos la inteligencia» Manuel Bartolomé Cossío

Cuando recibes una donación de libros antiguos, en ocasiones, el ‘tesoro’ no es el libro en sí, sino lo que puedes encontrar entre las páginas del mismo.
Y esto es exactamente lo que me ha pasado hojeando uno de esos libros que ya forman parte de nuestra biblioteca. Entre el pasar de las páginas aparecen dos tarjetas de color salmón que bajo el epígrafe PATRONATO DE MISIONES PEDAGÓGICAS insertan un breve y delicioso texto relacionado con los libros y las bibliotecas. 
Lo mejor será verlo, aquí tenéis los dos marcapáginas que se insertaban en los libros de estas bibliotecas.




Las Misiones Pedagógicas fueron creadas un 29 de mayo de 1931 por el Ministerio de Instrucción Pública y de Bellas Artes - apenas dos meses después de la proclamación de la IIª República tras las elecciones celebradas  en abril de 1931 - y tenían como objetivo prioritario acercar la educación y la cultura a la población española. Para su creación y puesta en marcha por el pedagogo e historiador del arte D. Manuel Bartolomé Cossío, se inspiraron  en otra de las grandes instituciones culturales que la historia de España nos ha legado, la Institución Libre de Enseñanza, dirigida por otro insigne pedagogo, filósofo y ensayista, D. Francisco Giner de los Ríos.

En esa España en la que la tasa de analfabetismo rondaba el 45%, la labor emprendida por el Patronato de las Misiones fue la mayor campaña de lectura que jamás se ha hecho nunca y se repartieron bibliotecas enteras para adultos y niños por pueblos y aldeas a los que no se podía llegar ni en automovil. En general, las colecciones de libros se instalaban en la escuela o en locales preparados para el efecto y el Patronato las enviaba a los ayuntamientos solicitantes bajo el compromiso de acondicionar espacios y mobiliario y siempre con un encargado de la biblioteca. Se trataba de pequeñas bibliotecas de entre trescientos y quinientos ejemplares que llegaron a tener un índice de utilización altísimo.

Una joven lectora en Carrascosa de la Sierra (Cuenca) en 1932. Imagen tomada del fantástico catálogo "Las Misiones Pedagógicas. 1931-1936", editado en 2006 por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y por la Residencia de Estudiantes. Este catálogo lo puedes encontrar en la biblioteca del Etnográfico.

Desgraciadamente, la labor de las Misiones Pedagógicas fue breve - demasido breve -  pero durante el tiempo que estuvo en servicio, la educación y la cultura se acercó al pueblo, a todo el pueblo, sin excepción.

Fue bonito mientras duró…

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