viernes, 5 de abril de 2013

Aguas abajo

por la Biblioteca del Instituto de Estudios Zamoranos




Sin duda, el protagonista indiscutible esta semana en la ciudad es nuestro río Duero.

Dudo que quede alguien por bajar estos días a alguno de los puentes de nuestra ciudad para ver el caudal que trae.





La peor parte se la han llevado los toresanos, carreteras, fincas y campos de cultivo han quedado completamente cubiertos por agua.

Pero no es la primera vez que esto sucede. Los primeros días del año 1962 se produjo la mayor inundación del siglo XX, cuando tras dieciocho días de abundantes lluvias el suelo no pudo más e inevitablemente los cauces terminaron creciendo e inundándolo todo aguas abajo.
En aquella ocasión, en la avenida del mengue hubo hasta que colocar sacos de tierra a lo largo del muro de piedra que sirve de cauce al río, para que no inundara las casas.
En la provincia el panorama no era mejor, como consecuencia de las inundaciones se derrumbaron puentes, como el que daba acceso a la villa de Tábara, quedando incomunicados los pueblos de Abejero, Sarracín, Riofrío de Aliste y Cabañas de Aliste.
En la localidad de Vadillo se inundaron veinte casas, en Aspariegos hubo que sacar a los vecinos aislados de una fábrica de harinas, Santa Colomba de las Monjas fue totalmente desalojado, y así otros muchos pueblos de la provincia.
Pero lo peor fueron las pérdidas del campo, con la crecida del Duero se inundó la vega ancha de Toro, quedando bajo las aguas muchas huertas y fincas con cereales, viñedo y árboles frutales, que constituyen la riqueza principal de toda la comarca.

Aquí os dejo una fotografía que nos muestra la crecida del Duero a su paso por Zamora de aquel 1962, recogida del libro de Ángel Quintas, si duda gran fotógrafo.





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