miércoles, 22 de diciembre de 2010

Un descubrimiento fantástico o la Navidad en la pintura

Por la Biblioteca del Museo de Zamora

Existen multitud de pinturas barrocas que representan escenas del Ciclo de la Navidad repartidas en retablos que decoran las iglesias de nuestra provincia.

La historia de uno de estos retablos se mostró en una exposición que tuvo lugar en el Museo de Zamora, en el año 2007, “Sumas y restas de las tablas de Arcenillas: Fernando Gallego y el antiguo retablo de la catedral de Zamora”. Acompañaba a la muestra un ciclo de conferencias donde, además de contar lo avatares por lo que pasaron las tablas desde su creación para el altar mayor de la catedral de Zamora entre los años 1490 y 1494, su posterior compra por la iglesia de Arcenillas en el siglo XVIII, instalado íntegramente hasta 1816, fecha en que obras de reconstrucción del templo obligaron a desmontar el retablo. Las tablas fueron numeradas, y por las que se conocen en la actualidad, llegaron a ser, al menos, 35. De estas 35, se fueron “perdiendo” (desaparecidas o robadas) por el camino de la historia, si las cuentas no fallan, el menos 21 tablas.


Por las fechas en las que estamos quiero resaltar la obra Adoración de los Reyes. Esta pintura formaba parte de la colección privada de un financiero asturiano, Pedro Masaveu Peterson, uno de los más importantes coleccionistas españoles del último tercio del siglo XX. En 1994, un año después de fallecer, se conoce la noticia de la dación de 410 obras al Principado de Asturias por parte de sus herederos en concepto de pago de derechos de sucesión. Entre ellas estaba la Adoración de los Reyes, de Fernando Gallego. La mayor parte de las obras fueron depositadas en el Museo de Bellas Artes de Asturias a partir de 1995.

Fue el profesor E. Pérez Sánchez quien estableció una hipótesis acerca de la pertenencia de la tabla al retablo de la catedral de Zamora sin llegar a mayor conclusión.

Cuenta Emilio Marcos Vallaure que, como director en 2003 del Museo de Bellas Artes de Asturias, atendió la visita de un joven estudiante zamorano, Enrique Alfonso Rodríguez García, estudioso de la obra de Fernando Gallego, que comprobó que en la tabla había quedado la huella, hundida en la capa pictórica, del número 34. El número, localizado, es perfectamente visible y reproducible con medios fotográficos utilizando luz rasante.
Este descubrimiento por parte de Rodríguez García, confirmó definitivamente la procedencia de la tabla.

Para saber más, en la Biblioteca del Museo de Zamora se puede consultar el catálogo de dicha exposición, de donde se ha extraído esta información, editado por la Junta de Castilla y León, así como bibliografía sobre las 35 tablas de Arcenillas. Además, para ampliar información sobre las representaciones de la Navidad en la pintura, recomendamos el catálogo que en 1983 la Diputación de Zamora editó sobre el tema.


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