martes, 15 de marzo de 2011

Gramática de la Lengua de Nebrija

por La Biblioteca del Archivo

Elio Antonio Nebrija (Lebrija 1444-Alcalá de Henares 1522) fue un humanista, filólogo y latinista español del siglo XV, autor de la primera gramática española (1492) y del primer diccionario español (1495). Comenzó sus estudios a los 15 años en la Universidad de Salamanca, donde se graduó en Retórica y Gramática. Más tarde viajó a Italia y se inscribió en la Universidad de Bolonia, en la que se impregnó del naciente humanismo, que estaba mucho más avanzado que en nuestro país. A su regreso a España, impartió clases en la Universidad de Salamanca, y en ella obtuvo una cátedra de gramática, aunque tuvo algunos problemas con sus compañeros por el carácter poco científico de sus clases. En medio de la lucha, cuando intentaban expulsarlo de la Universidad, Nebrija contó con el apoyo del maestre de la Orden de Alcántara y frecuento Alcalá de Henares, con la tarea de corregir la Biblia Políglota Complutense, en la cual terminó ejerciendo como profesor.

La primera obra de Nebrija es una gramática latina Introductiones Latinae (1481), cuyo título intenta explicar que se trata de un trabajo sencillo, escolar, y con la intención de introducir al lector al latín. Esta gramática se dividía en dos partes: la antología, que trataba sobre morfología, y otra parte, que versaba sobre problemas  de sintaxis, ortografía, dicción y un léxico que no era muy extenso. Este mismo texto le sirvió de idea para su Gramática de la Lengua Castellana (1492) que escribió animado por la Reina Isabel la Católica.



Nebrija pensaba que la gramática era la base de toda ciencia, y la dividía en distintas disciplinas lingüísticas: ortografía, prosodia, etimología y sintaxis. Consideraba al latín como lengua superior a las otras, lo que hace que su gramática conserve ciertas afinidades con la latina. Intuyó, además, el origen de la lengua castellana a partir de un latín corrompido traído por los godos e influido por otras lenguas.

La gran novedad de esta obra residía en que antes nunca se había escrito una gramática en lengua vernácula, ya que para los hombres de la edad Media, sólo el latín y el griego eran merecedoras de estudio y análisis, mientras que las "lenguas vulgares" se regían por el gusto de los hablantes, sin necesidad de que fueran estudiadas y establecidas sus reglas. Entre otras observaciones, Nebrija resalta el valor de las preposiciones en el sistema castellano, reconoce la importancia del artículo en la gramática castellana, y las diversas funciones sintácticas que cumple el pronombre "se", inexisistente en latín.

La gramática de la que venimos hablando comprende 68 folios, aproximadamente, unas 168 páginas impresas. Los cuatro primeros capítulos tratan, en orden ascendente, de la lengua, es decir, empiezan por los elementos más pequeños, los sonidos y la manera de escribirlos "la ortographia", sigue el libro segundo, que se ocupa "dela prosodia silaba", continúa el tercero "que es dela etimologia dicción", y en el cuarto "que es de sintaxi et orden delas partes dela oracion". A este procedimiento lo denomina Nebrija el "orden natural dela grammatica". Se dirige exclusivamente a los "estudiantes nativos", es decir, a los que han aprendido el castellano como lengua materna. A estos cuatro capítulos sigue otro, redactado poco antes de la vuelta de Cristóbal Colón de su viaje al Nuevo Mundo, titulado como sigue "delas introduciones de la lengua castellana para los que de estraña lengua querrán aprender".

No es casualidad suponer que Nebrija, al escribir su Gramática, también estuviera influenciado por razones políticas, ya que opinaba que era preciso fijar la lengua, puesto que la misma iba a a ser "la compañera del Imperio" que nacería tras la Reconquista de Granada, la expulsión de los judíos y la llegada de Colón al Nuevo mundo. Todas estas consideraciones aparecen explicadas en el prólogo de la Gramática, que está dedicada a la Reina Isabel.

Todo lo aquí expuesto hizo que su obra tuviera una gran influencia en el mundo universitario españo y europeo, siendo uno de los ejemplares más importantes del humanismo español. Para finalizar, cabe señalar que Elio Antonio de Nebrija puede ser considerado un adelantado a su tiempo, y ello es así debido al hecho de que intuyera que esta lengua nacida en el Norte de España iba a convertirse en el segundo idioma más hablado del planeta, como ocurre actualmente con el castellano.

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