Cuando llega un libro a nuestras manos estoy seguro que muchos de nosotros lo manoseamos, lo hojeamos esperando encontrar no sé muy bien qué al primer vistazo y lo olisqueamos un poco, porque, la verdad es que los libros huelen bien, muy bien.
Si el libro nos gusta diremos que el escritor es ‘un máquina’ y buscaremos más obras de su autoría y si no nos gusta lo pondremos a caldo y quizás ya nunca le demos una segunda oportunidad a su autor.
Pero hoy, en este post, gracias a un precioso vídeo que encontré trasteando por internet nos centraremos en el nacimiento del libro físicamente.
El olor que tanto nos gusta, la textura del papel que sobeteamos con placer y ese deslizar de dedos que hacemos por la cubierta del libro - sobre todo si está encuadernado en tela - no tiene su origen en la capacidad creativa del escritor o en la capacidad de gestión y de márquetin de agencias y editores. Ni siquiera los diseñadores gráficos que contribuyen tantísimo al éxito de un libro son responsables de esto.
Otro día hablaremos largo y tendido de las artes gráficas, pero hoy, sólo os pido que no dejéis de ver este precioso libro y sobre todo, disfrutad de los sonidos con los que nace un libro.
Grabado, dirigido y editado por Glen Milner para Daily Telegraph. Grabado en Smith-Settle Printers, Leeds, England |
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