Ya está expuesta la nueva pieza destacada del Museo y, personalmente, me encanta la pieza elegida.
Se trata de
un futbolín procedente de Benavente (Zamora) y que pertenece a la colección del
Museo Etnográfico de Castilla y León.
Barça - Atlético de Madrid. Disputado en Benavente ;-) |
Este futbolín en concreto es
muy curioso, destaca por ser de construcción casera y se basa en los modelos
internacionales, esto se sabe por la disposición y número de los jugadores: cinco
centrocampistas frente a los tres del futbolín español, tres delanteros
mientras que en el juego nacional se añade uno más y, por último, dos defensas,
siendo tres en España. Además, los jugadores son ‘monopié’, mientras que el
futbolín más habitual en nuestro país los muñecos tienen dos pies; aspecto que,
dicho sea de paso, favorece el ‘tiki-taka’…
El estado de conservación de
este futbolín es malo, lo que demuestra el uso que se le ha dado. Carece de un
larguero y de varios de los jugadores
(porteros y defensa). Una peculiaridad de este futbolín es el error en la
disposición de los jugadores delanteros de sendos equipos, pues cada eje está
ocupando el lugar del otro, siendo la colocación adecuada a la inversa. De esta
forma, los tres jugadores mirarían hacia la portería contraria donde han de
introducir la pelota.
En cualquier caso, la elección
de esta pieza es una excelente oportunidad para descubrir la relación existente
entre el inventor del futbolín y Zamora.
Alejandro Campos Ramírez
(Finisterre, 1919), más conocido como Finisterre,
fue poeta, albacea de León Felipe e inventor. Cuando en 1936 tuvo que
permanecer en un hospital de Cataluña debido a los terribles daños que le causó
el estallido de una bomba, se dedicó a observar a los niños que estaban
hospitalizados. A muchos de ellos, con sus cuerpos mutilados, les era imposible
jugar al fútbol por lo que se le ocurrió diseñar un juguete simulando el juego
real, al que todos tuvieran acceso. Un
carpintero amigo fue el encargado de
materializar la idea, que fue patentada en Barcelona en enero de 1937.
Finisterre se exilió a América y cuando
en los años 60 del pasado siglo regresó a España, contempló con asombro que los
empresarios jugueteros valencianos se habían apropiado del concepto de
futbolín. Para su desgracia, había perdido el documento de la patente durante
la dura travesía por los Pirineos con la que comenzó su exilio.
Finisterre decidió dedicarse a la edición
de libros, razón por la que trabó amistad con León Felipe, de quien acabo siendo albacea testamentario.
Finalmente, Finisterre falleció en su casa zamorana
del Barrio de Pinilla hace escasos cinco años, esparciendo sus cenizas parte en
el Río Duero a su paso por Zamora y parte en el Mar Atlántico, en Finisterre.
La
importancia del futbolín en la cultura popular y la del propio Finisterre queda
reflejada en este videoclip (no os lo perdáis)
en el que Os Diplomáticos de
Monte-Alto, banda gallega de rock bravú
(rock gallego) homenajean su figura.
PERDERIA LA PATENTE..PERO EN LOS ARCHIVOS DE LA OFICINA DE PATENTE..TAMBIEN SE HA PERDIDO LA COPIA DEL REGISTRO,LA COPIA DEL DIBUJO DE LA PATENTE ??
ResponderEliminarEl FUTBOLIN DE LA FOTO NO ES DE CONSTRUCCION CASERA...ES FABRICADO POR EMPRESA JUGUETERA...quizas de Denia ,donde fabricaban juguetes de madera..yo tengo un futbolin con los mismos futbolista....los 5 futbolista en la misma barra....es erroneo ,los habra puesto el dueño del futbolin por romperse las otras barras de madera
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