lunes, 29 de octubre de 2012

El Scriptorium de Tábara


Por la Biblioteca del Museo de Zamora

Nos han enviado la pasada semana desde el Centro de Estudios Benaventanos “Ledo del Pozo” una publicación sobre el Beato de Tábara. Titulada El scriptorium de Tábara, cuna del renacimiento de los beatos, escrita por John Williams, profesor, intelectual americano apasionado por las “cosas de España”, (más allá de toros y flamenco) arte prerrománico y románico, con múltiples estudios sobre manuscritos iluminados altomedievales, según dice en el prólogo Fernando Regueras Grande, también historiador.



Y por partes seguimos. Tábara es un pueblo de la provincia de Zamora (para los que sean de fuera) situado en el centro de la provincia. La RAE nos aporta estas definiciones:


beato, ta.

(Del lat. beātus).
5. m. Códice miniado, de los siglos VIII al XIII, que recoge los Comentarios que el Beato de Liébana escribió sobre el Apocalipsis.

miniado, da.
1. adj. Pintado, ilustrado de miniatura.


miniatura.

(Del it. miniatura).
1. f. Pintura primorosa o de tamaño pequeño, hecha al temple sobre vitela o marfil, o al óleo sobre chapas metálicas o cartulinas.

Y un scriptorium es la sala donde se copiaban los manuscritos en la edad media.

En Tábara está la iglesia de San Salvador, donde a mediados del siglo X, un monje,  Maius, hizo una copia del comentario del Apocalipsis de Beato de Liébana.
El espacio donde estaba el scriptorium debió ser el primer piso de la torre occidental de la iglesia, ya que se conserva una magnífica miniatura de ese lugar. Aparece al final de una copia posterior del Comentario de Maius, comenzado por él y completado, después de su muerte, por un discípulo.



En la miniatura se escenifica la torre de la iglesia, vista desde el lado sur, con la iglesia (no representada), a la derecha, al este. En la actual torre de San Salvador, consagrada en 1137 existen restos de la antigua estructura.

La publicación recoge un estudio muy interesante sobre la colección de comentarios sobre el Libro de la Revelación, recopilados a finales del siglo VIII por Beato, monje y después abad del monasterio de San Martín de Turieno, en Liébana, en los montes cantábricos. Además, de la obra del monje Maius, con un magnífico talento para la elaboración de las miniaturas, ilustraciones que, en el Comentario original se estructuraban en columnas de texto y sin marco, en su obra se dotan de marcos y fondos ricamente pintados. Convirtió pues muchas imágenes en miniaturas a toda página, o incluso, caso único en su tiempo, a doble página. La forma de relleno de estos marcos, con bandas multicolores, sería un ejemplo de pintura mozárabe, término dado por Gómez Moreno para designar el arte cristiano peninsular del siglo X. Así, las miniaturas de Maius son a menudo valoradas como un compendio de la escuela de pintura mozárabe.

Quien esté interesado en conocer las conclusiones de Williams, experto en Beatos y autor de esta obra, estudio profundo del estilo figurativo los manuscritos de Maius, está disponible en la Biblioteca del Museo.

En otras ocasiones ya hemos hablado de Beatos en nuestro blog. Visítanos aquí:


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